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10-
EL DISFRUTE DE LOS SABORES |
Receta
de Don Francisco Martinez Montiño 1611:
“Olla
podrida” (puchero)
“Haz
de cocer la vianda de la olla podrida, cociendo la gallina, vaca,
carnero, un pedazo de tocino magro y todas las demás volaterías,
como son palomas, perdices y zorzales, salomo de puerco, longaniza,
salchichas, liebre y morcilla, todo esto ha de se asado primero que se
eche a cocer. En otro vasija ha de cocinar cecina, lenguas de vaca y
puerco, orejas y salchichones, del caldo de ambas ollas echarás
una vasija, cocerás allí las verduras, berzas, nabos, perejil
y yerbabuena”.
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Un problema que preocupaba continuamente a los
pobladores de la ciudad era el de la obtención de la cotidiana
subsistencia, por ello los productos y artículos básicos de
alimentación como el trigo, maíz, frijoles, sal, harina, pan, yerba
y tabaco eran objeto de especial consideración hasta por parte del
Cabildo. En el Litoral, como en el Noroeste y Cuyo, las ciudades
primerizas son los ejes económicos de la conquista. Luego de la
apropiación de las reservas alimenticias de los indígenas, se
procedió a crear un espacio económico cercano a estos enclaves a
partir de la introducción del ganado y las semillas europeas que
aseguraban una provisión permanente por medio de la utilización de
la fuerza de trabajo de los nativos y esclavos.
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La dieta de los pobladores de las primeras ciudades
fundadas por los españoles resultaba de una mixtura entre el aporte
español y los productos que podían obtenerse del suelo americano.
Con la llegada de los españoles al Río de la Plata arribaron también
el trigo y con él la posibilidad del pan, pero la sociedad colonial
además consumió alimentos y bebidas ya usados por los pueblos aborígenes
como el mate y el chocolate, la chicha, aloja, etc. El consumo
frecuente de estas bebidas era interpretado como un trastorno de la
voluntad, como un escaso control sobre los apetitos, en definitiva,
como una subordinación del individuo a ellos, de ahí que el mate
fuera en un primer momento resistido por los europeos que lo veían
como un vicio, tal como lo expresa Hernando Arias de Saavedra que a
fines del siglo XVI, decía “me dice presagio el corazón que esta
yerba será la ruina de vuestra nación...”. Similar es el
pensamiento del Padre Diego de Torres que en la carta del 6 de junio
de 1610 señala que en la gobernación del Paraguay hay que combatir
dos vicios “perjudicialísimos” fumar y tomar aquella maldita
yerba diluida en agua.
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Florián Paucke
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El
español en estas tierras se resistió a acostumbrarse al maíz,
porque pensaban que sólo servía para alimentar a los animales; la
papa, en cambio, no sólo entró a formar parte de las viandas
cotidianas sino que el chuño servía para la elaboración de una
crema suave aromatizada con vainilla que se usaba como alimento de bebés
y de mayores, ya que permitía tanto sustituir la lactancia como
alimentar a quienes habían perdido sus piezas dentarias. Otros
productos del “menú” prehispánico que fueron
apropiados por los españoles fueron el zapallo, porotos,
tomates, batatas, y pimientos, también es importante recordar que el
tabaco es un producto americano incorporado rápidamente a las
costumbres europeas.
Desde
la segunda mitad del
siglo XVII la comida criolla fue “carne con algo”, y si no
había carne “no había comida”
Una
vez fundadas las ciudades, se procedía al reparto de tierras; en las
zonas aledañas a la ciudad se cultivaba
trigo, de allí el nombre “tierras de pan llevar”, y con él
se elaboraba el pan que después se vendía en el mercado, en las
panaderías instaladas en Santa Fe a partir de 1640-, pulperías o
también en casas de vecinos, muchos de los cuales poseían atahonas.
Cuando escaseaba, su precio aumentaba y solamente lo podían comprar
aquellos que podían pagarlo. En 1652 se produjo una huelga en
la que participaron patrones, obreros y mujeres porque el Cabildo
obligó a que el pan se vendiera en su puerta y con el precio que él
fijaba, aclarando que debía ser “bueno y bien cocido”.
La
cocina rioplatense del siglo XVII se compuso, principalmente, de
puchero y asado. El primero como plato cotidiano, combina la carne
hervida con maíz (choclo), papas, batatas, zapallo; el segundo sólo
es carne bovina a la parrilla y como comida infantil la mazamorra. La
carne abundaba porque los animales traídos por los españoles, desde
los tiempos de Irala, y escapados de sus corrales encontraron en la
pampa un medio propicio donde reproducirse, al no haber especies
competitivas ni depredadoras se convirtieron, con el paso de pocos años
en el abundante ganado cimarrrón que pobló la llanura, disputado por
españoles e indígenas.
Desde
la segunda mitad del siglo
XVII la comida criolla fue “carne con algo”, y si no había carne
“no había comida”. La “carne”
es sólo la bovina: pollo y pescado, no “son carnes”, mientras que
el cerdo y el cordero son “carnes sustitutas” de consumo
ocasional. El abasto de carne provenía del faenamiento de los vacunos
y aseguraban su existencia consumiendo cerdos, ovejas y aves.
En
la ciudad de Santa Fe, se encomienda desde 1625, por mandato del
Cabildo, las carnicerías a los “señores de ganados y estancias”
quienes deberían hacerse cargo de la provisión de carne a los
vecinos. La matanza se hacía los sábados y la venta era efectuada en
la plaza pública.
Las
leyes de los Reinos de las Indias ordenaban para las nuevas ciudades
americanas “que los solares para carnicerías pescaderías, tenerías
y otras oficinas que causan inmundicias y mal olor se procuren poner
hacia el río o mar, para que mayor limpieza y sanidad se conserven
las ciudades”
En
Santa Fe, como toda población costera, se debió consumir mucho
pescado, como dorado, surubí y sábalos, fritos o guisados, también
complementaban la dieta comidas elaboradas con
huevos tanto de gallina como de nandú, tal como lo expresa
Acarette de Biscay ...”abundan los avestruces que andan en tropilla
como el ganado y aunque su carne es buena, sin embargo nadie la come,
salvo los salvajes (...) sus huevos son buenos y todos los comen,
aunque dicen que son de difícil digestión.” Dentro de los postres,
no podían faltar los dulces, hechos con los frutos de los árboles
que abundaban en los solares como naranjos o higueras. El vino fue
otro producto elaborado en Santa Fe que tuvo un inusitado movimiento
en el comercio local ya que no sólo era de buena calidad sino que
además se lo consideraba una medicina. |
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Aclaraciones
y vocabulario |
Cabildo:
fue una institución trasladada de España a la América colonial. Era
una corporación municipal que tuvo múltiples funciones. Se ocupaba
de administrar justicia y ordenar lo conducente al bien común.
Mate:
palabra quechua que significa “vasija”; por extensión se refiere
tanto al continente como al contenido. La historia del mate se remonta
a los guaraníes, que consumían hojas de yerba a las que llamaban caá.
Las colocaban en una calabaza con agua de río y sorbían, usando los
dientes como filtro o un canuto de caña. Los brujos de la tribu la
bebían considerándola un elixir mágico.
Chocolate:
o alimento de los dioses, planta originaria de Yucatán y Guatemala.
Bebida espirituosa y moneda de cambio. Era usado como alimento y también
como medicamento.
Chicha:
se prepara en el noroeste y nunca fue tomada por la gente “culta”
porque es el resultado de la fermentación del maíz en agua azucarada
o de la saliva humana, las indias masticaban el maíz dentro de un
recipiente de barro donde se producía la fermentación.
Aloja:
es la cerveza indígena. Se preparara moliendo en el mortero el fruto
del algarrobo blanco mezclado con agua fría. En América se conocía
el proceso de la fermentación antes de la llegada de los españoles.
Maíz:
es el verdadero “oro americano”, es el trigo indio, ingrediente
fundamental en sus comidas.
Papa:
se cultivaba en las tierras más altas donde ya no se podía cultivar
el maíz .
Chuño
es una fécula de papa con la que se preparaba una delicada crema
perfumada con vainilla.
Zapallo:
alimentó a los americanos mucho antes de la llegada de Colón aunque
existen plantas similares en África y Asia.
Batata:
originario de la zona tropical de América, se
encontraron restos fósiles de cerca de 10000 años en Peru. Colón la
lleva a Europa al regreso de su primer viaje.
Pimiento:
llegó por el camino del inca y fue usado primeramente por todas las
tribus de indios del noroeste y está presente en casi todas las
comidas de la región.
Tierras
de pan llevar: expresión común del siglo XVII, ya que
eran las tierras dedicadas al cultivo de cereales, especialmente el
trigo con el que se abastecía de harina para hacer el pan de la
ciudad.
Atahonas:
molino de harina cuya rueda se mueve con caballería.
Mazamorra:
maíz con leche endulzada.
Cimarrón:
salvaje, sin dueño.
Acarette
de Biscay: viajero que recorrió hacia 1657 el actual
territorio argentino. Las alternativas de sus viajes constituyen uno
de los más fieles reflejos de la realidad de la época.
Solares:
terreno equivalente a la cuarta parte de la manzana
dividida en cruz en donde se asentaban las viviendas.
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Textos |
Paula
Busso y Rosalía Aimini. Servicios didácticos del D.E.E.C y
Asociación Amigos de S.F.L.V. Marzo de 2003 |
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